
Llegamos a un lugar muy alto en la provincia de Chiriquí, específicamente ese lugar se llama “Volcán”, porque ahí está el volcán el más grande del país; pero hasta ahora el mismo no ha registrado actividad alguna desde hace muchísimos años.
En el sueño, yo me veía con el grupo de hermanos en la falda del volcán y todos apreciábamos la hermosa vista del lugar, era un día precioso.
De repente yo comienzo a ver como se agrieta la tierra y comienza a temblar, y al mirar la cima del volcán veo a dos personas en la cúspide (parecían figuras angelicales), y comienzo a ver como el volcán hace erupción y tira piedras incandescentes y gran cantidad de lava, la cual bajaba rápidamente; la gente comenzó a correr pero muchos eran alcanzados y quemados. En cuestión de segundos todo era un caos, fue algo muy terrible.Yo corría por una carretera, y de momento, me fui elevando y elevando hasta llegar a un lugar que era un gran salón, mis pies apoyaban sobre algo que parecía ser las nubes y había una gran puerta y en la entrada había un gran ángel (yo sabía que era de alto rango).Enseguida él me habló y me llamó por mi nombre y me dijo: “¿qué ves?”, yo le dije: “veo muchos ángeles” y le pregunté: “¿qué hacen?”, fue ahí que él me permitió sentir un gran dolor en mi corazón y comencé a llorar.
De repente yo comienzo a ver como se agrieta la tierra y comienza a temblar, y al mirar la cima del volcán veo a dos personas en la cúspide (parecían figuras angelicales), y comienzo a ver como el volcán hace erupción y tira piedras incandescentes y gran cantidad de lava, la cual bajaba rápidamente; la gente comenzó a correr pero muchos eran alcanzados y quemados. En cuestión de segundos todo era un caos, fue algo muy terrible.Yo corría por una carretera, y de momento, me fui elevando y elevando hasta llegar a un lugar que era un gran salón, mis pies apoyaban sobre algo que parecía ser las nubes y había una gran puerta y en la entrada había un gran ángel (yo sabía que era de alto rango).Enseguida él me habló y me llamó por mi nombre y me dijo: “¿qué ves?”, yo le dije: “veo muchos ángeles” y le pregunté: “¿qué hacen?”, fue ahí que él me permitió sentir un gran dolor en mi corazón y comencé a llorar.
Los ángeles estaban preparados para algo grande; pero yo solo lloraba, podía sentir el dolor en mi corazón por lo que estaba ocurriendo.
El ángel me dijo: “mira abajo, ¿qué ves?” y yo estaba tan espantada por lo que veía no quería ni hablar, pero le pregunté: “¿dónde están mis pastores, mi esposo, mi familia, mis hermanos en Cristo, dónde están?”, el ángel me dijo: “no están aquí”. Yo lloraba desconsoladamente; comencé a ver como pocas personas eran subidas a ese lugar y yo podía sentir gran tristeza y el ángel me dijo: «a este lugar no vendrá nadie cuyo corazón esté lleno de orgullo». Yo le dije: “pero mi familia y mis hermanos ¿dónde están?”, él me dijo: “sólo cinco han sido hallados dignos de venir a este lugar”, yo le preguntaba quiénes eran, yo los quería ver; pero no se me permitió (Esos cinco a pesar de no verlos yo sabía que eran hermanos de mi congregación). Pero yo insistía con mi pregunta de donde estaban los demás, porque ellos conocían la Palabra y la enseñaban, y el ángel me dijo: «sí la conocían, la enseñaron, pero sus corazones estaban llenos de orgullo, no perdonaron y no han sido dignos»,de inmediato supe y comprendí lo que estaba ocurriendo.Entonces le pregunté: ¿y dónde está la iglesia?, ¿por qué muy pocos han subido a este lugar? y él me contestó: «porque cambiaron mi Palabra por otras doctrinas y están lejos de mí. Sus corazones están llenos de orgullo, soberbia y altivez».
Otra vez me dijo: “Mira, ¿qué ves?” y yo decía: “el volcán los quema” y él me dijo:«ustedes siempre dijeron que ese volcán estaba muerto, pero yo te digo que lo que Dios ha creado tiene vida y vida para siempre». Luego aquel ángel me dijo: «cuida tu corazón para que seas digna de venir a este lugar». Ese sueño me conmovió tanto y el impacto fue tan fuerte que tenía temor, comencé a orar y a preguntarle al Señor qué había sido ese sueño, no podía volver a conciliar el sueño, luego de mucho rato me quedé dormida y nuevamente volví a tener el mismo sueño hasta que desperté como a las 4:30 AM.
Quiero compartir esto porque creo con todo mi corazón que los ayes de Dios tocará a muchas naciones y Panamá no escapará y hay que estar preparados. Nosotros siempre decimos que Dios nació en Panamá porque gracias a Él aquí no suceden grandes desastres y que estamos bendecidos, pero sé que pronto llegará un tiempo de estremecimiento.
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